viernes, 29 de enero de 2021

Madrugada

Madrugada silenciosa. Estoy cansada hoy. Muchas horas dedicadas a escuchar, bombardeada por estímulos constantes.

Y estás ahí, tibio, entre el sueño y la modorra. Necesidad de nido entre algodones y susurros. Y así, despacio, voy entrando en tu atmósfera, en la calidez del aliento sonámbulo y por fin, el descanso.

lunes, 4 de enero de 2021

No me digas adiós

No quiero que me digas adiós ni esperar horas muertas. Dime hasta luego y entonces el aroma de las horas se sumaría al del viento donde podría ser hoja y ungüento de menta depositado en el recuerdo.

También puedes decirme adiós y no te esperaré. Me gusta tu libertad, así sabes a sal y a ola desde la orilla

sábado, 5 de diciembre de 2020

Volvimos a encontrarnos

 La llamada sorpresiva, la voz de siempre. La que va definiendo un retorno, un volver inconcluso. 

Porqué no seguir el ritual en el lugar de siempre. A pesar de tantas alternativas de pandemia, seguía abierto y con el toque de refinamiento sobrio. 

Qué guapo, allí sentado prescindiendo del alrededor. Una sola escena. 

Pero esa atracción indisoluble de los años, te volvió a empujar la mirada y no niego que me alarmó el halo oscuro e indefinido. 

El abrazo, cuanta necesidad de él, solo uno donde se fueron mezclando los demás. Éste, que se unió a la carencia y lo prohibido. 

Hablamos con el estilo acostumbrado, pocas palabras con demasiadas sensaciones. 

Salimos, fuimos a refugiarnos en la oscuridad y volvimos a ser indivisibles, homogéneos entre ráfagas de fuego y humedad. 


Después todo fue precipicio, una lucha por aliarse con la sordera. No ibas a volver. Nooo. Nunca más, estabas gastando los últimos latidos. 

No podía seguir, no me alcanzaba el aire y quería escapar, huir y enterrarme en el sopor. Incapaz de decir un adiós definitivo. 


... 


jueves, 19 de noviembre de 2020

Adios querido desconocido



Decía que estaba considerando parámetros con la mirada perdida en aquella ventana y la voz afirmativa .

¿Parámetros? - Pregunté -
¿No sabes qué es?
-Depende de lo que quieras analizar o valorar

Lo miré bien como cuando se quiere saber de verdad y sin interferencias.
-La situación-, dijo muy serio, - no puede seguir así y hay que variarlo.
-Estás hablando en serio o se trata de una broma en momentos de aburrimiento-, repliqué entre burlona y exceptica.
-No te das cuenta que esto no puede seguir.
-Qué es esto...
-Reacciona, nuestra vida.
-¿Nuestra vida? ¿No habrás querido decir tu vida?

Hace un año ya desde aquel día frente a esa ventana.

Recuerdo que sonreí, recogí el bolso y el abrigo y salí a la calle sin esperar respuesta. Caminé despacio hasta el parque que olía a verde y húmedo y al absorber el aire frío me llené de dicha.

Llevaba un peso más duro de lo que pensaba, temía su dolor y no era capaz de soltar.

Fue poco a poco; entró con su soledad, sus amarres, trayendo consigo mujer y dos hijos. Estaba desesperado por la situación, yo la tilde* de cobardía, pero era incapaz de hacerlo reaccionar, no quería involucrarme. Bello y oliendo a madereras recias y magnolia, provocaba el deseo de pegarse a su cuerpo sin pensar en nada.

Disfrutaba a su lado sin preguntas ni respuestas, atada al placer del instante hasta aquel día que quiso desahogarse y me opuse con una mano, la sonrisa y la puerta.

Pero al salir, un sabor de pesadumbre iba creciendo despacio y sordo.

Hasta que empezó a dolerme. Necesitaba indiferencia y algo borroso la aturdía. Sus ojos. Una llamada que no quería atender pero que iba vaciando a su vez la voluntad.

Yo era libre, solo quería vivir y gozar sin sumar nada simplemente el placer y el instante compartido sin afueras ni compromisos.

Y tuvo que llegar el día del parámetro. Y huí quizás por cobardía o egoísmo. No lo sé.

Nunca más lo supe. Hoy hace frío, estuve caminado y una ráfaga sin quererlo dibujó su figura.


*Tilde con acento pero el móvil se resiste.

Estamos juntos

Quiero estar aquí Donde estamos No pido hoy nada más