He ido colgando en la madrugada
farolitos de papel.
Las luces de la cera,
incandescentes,
resaltaban el brillo
de los rojos y los verdes,
amarillos y azules,
malvas…
Eran los ojos de la noche
abriéndola en pedacitos
de luz.
Y no podía retener las llamas,
sólo unas horas
balanceándose con la brisa.
Volvió la oscuridad
y le canté una nana:
Duerme mi noche linda,
duerme y no tengas miedo;
el sol vendrá a rescatarte
con rosas y fresas,
con una sinfonía de picos
Y yo junto a ti, surgiendo…
Hermoso. Con una delicadeza extrema. No me extraña :)
ResponderEliminarBesos
Bueno... qué preciosidad...
ResponderEliminarLos ojos de la noche son de colores ¿si?
pero se abren al alba... para poder ver el día.
Como tú, que pareces una florita de esas que se expande al sol.
Un beso grande.
Que no te lo dije, pero, lo siento :D
ResponderEliminarSe te echaba en falta :D
Preciosa la nana que le cantas a la noche!!
ResponderEliminarCon rosas frescas te amanecia ese dáa en que tu también ibas surgiendo.
Un beso Camill
PD: Ya era mucho tiempo sin saber de ti, me alegra verte de nuevo.
Cómo una sinfonia suave tersa en la noche su voz susurraba.....
ResponderEliminarUn saludo.